Etapa de 18 Km, llana y fácil aunque un tanto desagradable. A poco de salir de Mansilla, en el término municipal de Puente Villarente, el camino es el arcén de la carretera nacional a León, que tiene mucho tráfico y es de solamente 2 carriles por lo que se producen adelantamientos que ponen en peligro la integridad de los peregrinos. Pero lo más fuerte es que a la entrada del pueblo hay un puente medieval ( debió ser magnífico ) muy largo para pasar el río Porma. Lógicamente el puente es estrecho, como todos los de esta época, pero asi como en otros sitios han colocado semáforos para permitir el paso durante un tiempo en cada uno de los sentidos, en éste no se les ocurrió otra cosa que empotrar una vigas a lo largo del puente y a ambos lados para ampliar el ancho de la calzada y permitir las dos direcciones.
Resultado: Un magnífico puente ( por lo que recuerdo creo que tiene 20 ojos ) obra de arte del medievo totalmente estropeado y la ampliación solo ha dejado escasamente 30 cm de ancho para el paso de peatones ( y peregrinos ). Al final del puente no hay ni esta anchura, hay que bajar a la calzada por donde pasan los coches. Teniendo en cuenta que es una carretera nacional os podéis imaginar el tráfico que hay y el consiguiente riesgo. Un verdadero "punto negro del Camino" .
Arcén disponible para el Camino a su paso por Puente Villarente.
A la llegada a León todo cambia radicalmente. Muy buena señalización, pasarelas para salvar las autovías y vías rápidas y señalización por toda la ciudad mediante vieiras de bronce incrustadas en las aceras. Realmente muy cuidado.
Puente sobre el rio Torio a la entrada de León ( siglo XVIII).
Al llegar a león me he alojado en el albergue de Las Carbajalas, en un convento benedictino y atendido por religiosas. Es un albergue un poco masificado, dos grandes naves, una para hombres y otra para mujeres con un total de 130 plazas.
Después de comer ( un menú sencillo ) me he dirigido a la plaza de la catedral y la he visitado muy rápidamente, mañana que me tomaré un día de descanso, la veré detenidamente y también su museo. Después he dado una vuelta por el barrio antiguo.
Fachada principal de la catedral desde la plaza de la Regla.
León una maravilla, me ha gustado mucho. Es una ciudad que tiene su barrio antiguo ( el barrio húmedo ) muy cuidado. El ambiente es fantástico. La gente sale a la calle y todos los establecimientos de ocio ( bares, mesones, heladerías ... ) están muy animados. Se respira un ambiente muy festivo. Lo que he visto de la catedral me ha gustado más que la de Burgos ( con perdón de los burgaleses ). Sus cristaleras no tienen igual y las volúmenes y proporciones en su conjunto muy equilibrados.
He tomado algo y he ido al albergue temprano.