jueves, 10 de junio de 2010

Final del Camino y del blog


Bien, ¡ terminó la aventura !.

Doy gracias por haber terminado sin ningún contratiempo, 

por no haber tenido ampollas ni llagas en los pies,

porque los dolores han sido mínimos,

porque las lesiones han sido nulas.

Gracias a Carlos y Francesc con los que compartí el Camino hasta Sahagún por su paciencia y acompañamiento tan importante en las primeras fases del Camino,

a la esposa de Carlos que  se ha encargado de forma desinteresada de la "intendencia", facilitándonos a diario el mejor albergue y su reserva,

a todas las personas  que me he encontrado en el Camino,  por su ayuda , compañía, por el afecto y cariño compartido.

a mis ex compañeros de trabajo que con sus obsequios de despedida dieron el pequeño empujón que me faltaba para emprender el Camino,

a los que han insertado comentarios en este blog, porque  me han dado ánimos en  momentos críticos.

Gracias a Miguel por su visita en Ponferrada, me alegró mucho.

Gracias a todos los que me habéis contestado a mis e-mails porque me habéis dado fuerzas al saber que estabais pendientes de mis progresos,

al grupo de valencianos, Patri, Beti, Isidre, Jose, Mariano, Jorge y Juan Carlos , con los que me he sentido como si nos conociéramos de toda la vida y con los que pasé ratos muy divertidos.

Gracias a  Juan Carlos, Estrella, Encarna y especialmente a Resu por compartir conmigo las últimas etapas del Camino,

a todos aquellos peregrinos anónimos que con su saludo, su sonrisa, y su interés por saber de donde vienes, de donde eres, tu estado físico ...  contribuyen a crear este clima de convivencia y paz que se respira en todo el Camino.

Gracias también a los hospitaleros y colaboradores voluntarios que ofrecen sus servicios de forma desinteresada  para "allanar" el camino a los peregrinos.

Gracias a "algunas" ( no todas ) las instituciones que promueven y velan por el buen estado del Camino, y facilitan el día a día del peregrino promocionando albergues y servicios.

Gracias a mi familia por su paciencia al permitirme tan largo período de ausencia.

Finalmente gracias a los miles y millones de peregrinos que a lo largo de la historia han mantenido viva esta tradición para que podamos disfrutarla en nuestros días.

No me queda mas que recomendar a los que me han leído que se animen a vivir la experiencia del Camino. No les defraudará. Pero que no lo hagan sumando etapas en fines de semana, o haciendo varias etapas en puentes o pequeños períodos de vacaciones. He visto a muchos peregrinos, sobre todo en las etapas finales, que devoraban kilómetros en los pocos días de los que disponían. Hacer así el camino no es más que una forma de hacer deporte o turismo y que no permite llegar a vivir la verdadera esencia del Camino,  paz, cooperación, convivencia, complicidad, tolerancia,  sobriedad, sacrificio, simbiosis con la naturaleza, resurgir de los sentidos...  pienso  que todo esto solo puede lograrse en un largo período sin ver televisión, radio, ni periódicos  que permita olvidarnos de este mundo prediseñado que nos mantiene siempre en vilo y nos conmina a luchar para alcanzar ...  ¡ no sabemos bien el que !.

El Camino nos permite disfrutar por un tiempo de una vida mejor, sin tensiones, en paz con el mundo y con nosotros mismos.

¡ Ultreia !

¡ Suseia !


 
¡ Buen camino  !