Para dormir en albergues es necesario un saco y se aconseja llevar también una funda de almohada. También es conveniente llevar una esterilla por si las plazas de literas y colchonetas están completas, en estos casos a veces se ofrece al peregrino un espacio para dormir en el suelo.
Como la mayoría de alberges tienen calefacción, la elección final ha sido un saco para dormir a 15 grados que es más ligero (690 gramos) y una esterilla clásica de espuma de (270 g) ambos pesan 0,960 Kg. Esto me ha permitido incluir una almohada compresible con su funda y un saco sábana de seda. Los cuatro elementos suman 1,260 Kg.
El saco sábana es conveniente para poderlo lavar y así evitar lavar el saco, además según el fabricante incrementa el confort en 5 grados con lo que la temperatura final de confort vuelve a ser de 10 grados.
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